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Una finestra al cel nocturn i diürn. D'Albert Capell, amant de l'astronomia.

Eclipsi total de Sol, 29 de març de 2006

CRÓNICA de Ana sobre el eclipse….Día del Eclipse total : 29 de Marzo de 2006, en Side (Golfo de Antalya).
” Va llegando gente de todas partes del planeta y la mañana se va haciendo calurosa, así que después de buscar un sitio donde no moleste y pueda percibirlo todo, me voy a dar un baño con Anita, una chiquilla de 13 añitos que se ganó mi corazón durante el viaje. Pasado el mediodía, con una temperatura de 28 grados, comenzó la cuenta atrás: el Sol y a Luna empezarían su espectáculo para todas las personas que con o sin telescopio, como niños, mirábamos al cielo con las gafas especiales que nos habían dado, esperando algo mágico. Y así comenzó el eclipse.

Poco a poco la Luna iba tomando protagonismo, y la pelota naranja perdía cachitos.
Bajo las columnas del templo de Apolo, una orquesta tocaba música de todas las cultura y mirábamos al cielo y yo también a mi alrededor. Lentamente la temperatura iba descendiendo; en las sombras proyectadas a través de agujeritos, podías ver lo mismo que sucedía en el cielo.
A punto de la totalidad, las finas nubes que se estiraban por el cielo, se fueron tiñendo de los ténues colores de una delicada puesta de sol que hubiera invadido todos los horizontes.Entonces sucedió: desapareció el Sol en pleno día. Ahora podíamos mirar directamente al cielo: Había algunas estrellas y también marte, mercurio y venus…La música se había detenido… Sonaba un aplauso amoroso, un viva extasiado…Ooooh..Ahhhhh.. Hacía fresquito, pues la temperatura había descendido casi 10 grados… Era posible adivinar las personas y los objetos, pero ya no podías jugar con las sombras y la luz ambiental era como la de la penumbra que precede al alba… un mar antes turquesa se volvió oscuro, erizado… impresionante… La marea subió unos 3m. Casi sin olas, como si rebosara: donde antes estaban las rocas en las que Anita y yo jugamos ahora estaba cubierto de agua.Y al mirar a lo alto, donde la Luna tampoco tenía su acostumbrada blanquecina luz, apareció entonces un anillo centelleante, como si fuera de diamantes…tan hermoso que todo tu ser se llenaba de un sentimiento indescriptible. Algo así, como la Emoción en su plenitud, como aquel beso que nunca olvidarás… y el anillo fue creciendo, como nuestro éxtasis colectivo hasta hacerse corona y la corona creció y creció por dos extremos, como si fueran las alas de una mariposa de luz, que abarcase todo el cielo…
La brisa continúa y en el cielo, ahora, los colores son de un tierno amanecer en malva y rosa. Entonces: el sol vuelve a dar forma y color, a poner luces y sombras; de nuevo el mar recobra todos sus maravillosos tonos y retrocede lentamente, dejando espacio al acantilado y a la arena. Y aún sin descubrirse totalmente el sol, embriagados de tantas emociones, ya estamos hablando del próximo encuentro con un eclipse…”
 

Albert Capell

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Autor Anders Norén